Es
el primer domingo después de iniciar el 71° ciclo vital de mi existencia. Hace
algún tiempo me estaba picando el gusanillo de hacer un blog, pero por alguna
razón no me había decidido a hacerlo; pero bueno ya está hecho.
No
sé si esto perdure en el tiempo. Los ánimos, la salud, la disponibilidad y
otros factores van a influir en ello, pero por ahora asumo que sí, que una vez
a la semana me sentaré a traer un tema que despierte mi interés, que logre
hacerlo atractivo, interesante y agradable, que capte la atención de quien se
atreva a leerlo y comentarlo, ojalá positivamente.
En
cuanto a los temas, me confieso ignorante en muchos de ellos, pero creo que la
experiencia vivida, poca o mala, palpada en las calles o vista por la ventana,
me da algo de crédito para expresar inquietudes, dudas, certezas o teorías que
de alguna manera me perturban y despiertan la necesidad de exteriorizar.
Soy
un espíritu joven (apenas 71) que quisiera decir disfruta de su jubilación,
pero las circunstancias me fuerzan a reprimir las ganas de poder hacerlo.
Mi
vida está dividida en dos: un antes y un después; es así que antes fui
estudiante, después trabajador profesional (como todos, ¿no? qué sorpresa…jijiji);
primero en la rama de plásticos, después en metalmecánica; primero en
producción, después en calidad; y por último el gran antes y después: primero
en la tierra natal, después como migrante; primero en industria privada y
después (ahora) en la cultura (actor en permanente formación)…
Mi
existencia, reflejada en mi nombre, enmarcada y con valores angulares de la
figura más cercana a la perfección: La
Trinidad.
Dichos
valores son: 90, 60, 180. Representativos de la Rectitud; la Perfección, la Trinidad
y la Unidad; la Amplitud íntegra, llana como medida, principio y fin de nuestra
vida: Dios.
Los
invito que me acompañen, cada semana, y se conviertan en una motivación para no
desfallecer en el objetivo de permanecer en el tiempo y de repente establecer
dialogos y por qué no? controversias con y entre sus comentarios; eso sí, sin
descalificaciones ni ofensas, marcados por el respeto.
Hasta
la próxima semana.
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