martes, 12 de junio de 2018

.DIFERENCIAS FUNDAMENTALES ENTRE SISTEMAS REGENTES


MARCO_71 Blog.
LVD
Lunes 11 de Junio de 2018. N°05.

.DIFERENCIAS FUNDAMENTALES ENTRE SISTEMAS REGENTES (¿Los reconoce?).

.INTRODUCCIÓN.
Querámoslo o no, vivimos en un mundo polarizado por naturaleza. Tenemos un planeta con dos polos magnéticos, uno norte y otro sur; con dos hemisferios opuestos, norte y sur, que cuando en uno hace calor en el otro hace frío y vice­versa; sin embargo esa diferencia o polarización es positiva ya que se comple­mentan, son compatibles entre sí.

Ahora, esto mismo no sucede con los humanos que habitamos en este planeta. En las interrelaciones de los humanos no siempre existe compatibilidad, ni cooperación, sobre todo cuando se trata de aquello que nos diferencia de todas las demás especies del hábitat terrestre: la razón y la inteligencia, las ideas.

En la antigua Grecia, Aristóteles clasificó las formas de gobierno en puras e im­puras; siendo puras aquellas que se ejercían en función del bien común, para to­dos (criterio cualitativo); e impuras (corruptas) las que se ejercían en función de intereses del gobernante o del grupo, pequeño o grande , líder del gobierno. Otro criterio aplicado fue cuantitativo: teniendo en cuenta el número de personas en el poder (una, pocas o muchas),
Así, en este sistema eran tres las formas buenas o puras para gobernar: monar­quía (una persona); aristocracia (pocas personas, las mejores) y democracia (mu­chas personas, la mayoría).
Las formas malas, corruptas y degeneradas de las buenas, también son tres: ti­ranía (una persona); oligarquía (pocas personas); demagogia (muchas personas, la mayoría). Según el criterio de Aristóteles, la mejor forma de gobierno es una monarquía (buena) y la peor es su degeneración: la tiranía; mientras que la de­mocracia es la menos buena pero su degeneración, la demagogia es la menos mala, casi no difieren y se llegan a nombrar igual (democracia).
El criterio de comparación de esta clasificación es la relación de un padre con su hijo, busca su beneficio en la forma pura; en la forma degenerada, su comparaci­ón es la relación amo/esclavo, déspota/ hombre servil.

A través de la historia siempre ha habido disputas por el dominio y organización de la tierra. En los albores del nuevo siglo (el nuestro) creímos que estas ya ha­bían sido superadas, pero ¡ah!, ¡sorpresa! Están vivas y querámoslo o no, volunta­riamente o por la fuerza de los hechos debemos reconocerlo y aceptarlo. Las dos principales ideas que tienen polarizadas las relaciones humanas no son compati­bles y veamos por qué.
(Primero que todo las identificaremos como UNA y OTRA, para no herir suscepti­bilidades y dejar que cada quien se acomode en alguna de las dos).

.DIFERENCIAS FUNDAMENTALES ENTRE SISTEMAS REGENTES DE ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN.
1- UNA es excluyente: si no existiera otra sería todo más fácil, así que hay que eliminarla o por lo menos aislarla en un rincón oscuro.
OTRA es incluyente, todos cabemos en el mismo lugar y cooperando entre los dos (o más que estén), todo es mejor.

2- UNA busca una hegemonía vertical en todos los aspectos de la convivencia. La organización que plantea es la de un líder absoluto que ejerce a través de un bloque parcial (partido) que le organiza todo el espectro humano, entiéndase desde administración, comunicación, información y control humano; este a través de la formación educativa, salud, trabajo, producción y distribución alimentaria, habitación, vestido, otros bienes y servicios, recreación y movilidad.
OTRA busca una organización de convivencia modular y horizontal en bloques y ejes de cooperación y coordinación nivelada, gremial y sectorial (público y priva­do) autónoma, para todos los aspectos de carácter humano: administración, co­municación, información, formación, salud, trabajo, producción y distribución de bienes y servicios en general, recreación y movilidad.

3- UNA se soporta en la perenne y vitalicia conducción del mismo líder y la misma cúpula enrocable, una sucesión designada para ser electa de forma cuasi- unánime; por una jurisdicción y jurisprudencia convenientemente maleable a circu­nstancias del interés cupular de la organización-, por un ministerio público y jurídico funcional para el sostenimiento del sistema; por una irresponsabilidad de autodefensa, cargando culpas a otros sin asumir fallas y negligencias; por la fuerza de la persuasión coactiva y en último caso por la fuerza de las armas.
OTRA se soporta por una jurisdicción y jurisprudencia estrictamente documen­tada y de tendencia aplicable; un ministerio público y jurídico perfectible e inde­pendiente, en función de la equidad ciudadana; por un relevo poli designado y electo en forma universal y secreta.

4- UNA se “auto controla” a través de organismos subalternos que cuando admite fallas inocultables por su magnitud y gravedad, carga responsabilidades sobre terceros: “no me dejan, saboteo, injerencia, etc.”.
OTRA es controlada por organismos (poderes) autónomos e independientes, que pueden hasta destituir a los líderes y llevarlos a la cárcel.

5- UNA se financia con todo el capital económico de los demás, mediante meca­nismos, fiscales, jurídicos, administrativos, confiscatorios, sancionatorios, todos a disposición en función de un sometimiento “voluntario”.
OTRA se financia mediante mecanismos fiscales e ingresos por gestión adminis­trativa; ciertamente con parte del capital de los demás (contribuyentes) reglamen­tado por ley y en función de necesidades administrativas.

6- UNA comienza su fracaso cuando termina la disposición de capital; sin embar­go, la necesidad de eludir responsabilidades y consecuencias obliga a buscar formas de permanecer en el estatus, sin estimar costos, menos si estos se pue­den transferir a la contraparte.
OTRA comienza su fracaso por negligencia de gestión y negligencia moral; aun­que la alternabilidad da oportunidad de corrección. Al ser el sistema negligente, da oportunidad de abrir puertas que con seguridad no deberían abrirse (peor el remedio que la enfermedad).

7- Para UNA solo hay un pueblo, que es el pobre, los demás son explotadores, acaparadores, especuladores, etc., pero no son pueblo. El pueblo es pobre y… ¿para él?, y por él quiere estar, está y quiere seguir estando.
Para OTRA el pueblo es más grande, con pobres y ricos, para él y por él siempre ha estado y quiere seguir estando.

UNA y OTRA tienen la misma motivación de estar, la masa poblacional más grande como son los pobres, que necesariamente deben convencer (asumiendo que llegan al poder por vía electoral, neutral y transparente) para que les den su voto. También tienen los mismos vicios (como humanos que son). Las diferencias son de base y argumentos.

8- UNA se identifica con el pobre, toma la personalidad del pobre, como un actor toma la personalidad de un personaje; quien dirige no es el líder sino es el pobr­e; su motivación es el amor al pobre porque es pobre, ayudarlo, protegerlo y si es posible sacarlo de la pobreza algún incierto día. Otras motivaciones son que UNA tiene la solución de los problemas y que OTRA no tiene.
OTRA no es pobre pero tampoco es rica, es solo un gestor que quiere ayudar al pobre, protegerlo; buscar que el rico ayude al pobre a través de su gestión, dar al pobre oportunidad que él solo pueda salir de pobre mediante estudio, trabajo y emprendimiento; mientras tanto le da ayudas aunque no permanentes (las ayu­das de UNA tampoco lo son aunque digan lo contrario).

9- En la gran similitud que hay entre las dos gestiones, que es el vicio de la co­rrupción, también hay diferencias:
Mientras que en UNA es fundamental para permanecer, a base de compra de con­ciencias, chantajes a rabos de paja y brindar convenientemente oportunidades para ejercer esta actividad…
En OTRA llega a generalizarse por individualidades que la suben y bajan de y a los diferentes niveles de gestión, mediante confabulaciones grupales que solo son detenidas por funcionarios intocables, por crédito propio y posición estraté­gica, que no les sigue el juego.

10- UNA trabaja para el colectivo, cúpula del partido (¿único?) en función del em­pobrecimiento de las individualidades de la población.
OTRA trabaja para las individualidades en general en función del desarrollo de la población en general.


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.CONCLUSIONES.
En este juego macabro, las motivaciones son las mismas, los propósitos parecen ser algunas veces los mismos (el erario público), los defectos y fallos son los mismos, los problemas son los mismos y las soluciones debieran ser las mismas; todo radica en las intenciones al llegar y querer o no querer salir; pero lo grave son los problemas insolutos:

Mientras que la UNA agrava los problemas exponencialmente y a corto plazo, as­fixiando la población más vulnerable (que supone defender) sin dejar ver una oportunidad de reiniciar (no hay una luz al final del túnel)…
La OTRA hace los problemas crónicos aunque brindando oportunidades de reini­ciar periódicamente, con soluciones parciales (paños tibios) hasta que llegue un equipo libre del vicio y aplique soluciones.

Pero como se puede apreciar, las actitudes y argumentos son contradictorios y contrarios, de tal manera que por fuerza de razón hay que aceptar la incompati­bilidad (expresa de UNA y que OTRA debe aceptar a regañadientes: o estás tú o estoy yo).  




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